La Cultura del vino en Alicante es presente, pero no sería nada sin su pasado y su previsible futuro. Su tradición se remonta al legado de sus antepasados; de su cultivo, producción, consumo y tradición del vino. Además, en el yacimiento de Benimaquia en Alicante están los restos más antiguos de producción de vino de la Península Ibérica. Data, en concreto, del siglo VI a.C.
El vino de Alicante fue reconocido por figuras como Shakespeare o la Reina Isabel I de Inglaterra. Siendo, además, el siglo XIX su “siglo de Oro”. Actualmente el sector vitivinícola alicantino ha sabido mantener esta tradición y elevar sus vinos a la categoría que tienen y merecen. Sobre todo, las bodegas en la comarca de la Marina Alta en este caso. Por eso es uno de los principales atractivos turísticos de la provincia.
Por ese motivo, hay múltiples actividades, excursiones y bodegas en la Marina Alta que te harán adentrarte en el sector vitivinícola alicantino. El enoturismo en esta provincia es más abundante en las poblaciones de interior. Pero también la costa cuenta con potentes puntos de atracción vitivinícola, muchos de ellos reflejados en la Ruta del Vino de Alicante. De hecho, hay cinco bodegas en la Marina Alta relevantes que, si te decides por hacer una ruta del vino, no puedes perderte.
Empezamos por el norte. En Jesús Pobre, entidad local menor de Denia, se encuentra Les Freses. Esta bodega en la Marina Alta debe su nombre al pasado de sus tierras, donde muy cerca del Montgó crecían fresas. Actualmente disponen de hasta nueve variedades de vino con una misma identidad. Unas tierras con esta historia merecen ser visitadas, ¿no crees? Por eso, Les Freses ofrece una visita guiada a su viña y sus bodegas que, cómo no, culmina con una cata de sus vinos. ¡Pero eso no es todo! Y es que esta bodega de la Marina Alta también ofrece una visita a l’Alt de Benimaquia, antiguo yacimiento, de la mano de un arqueólogo. También esta visita incluye la cata de vinos de les Freses. Ambas visitas tienen un coste de 15 euros por persona.
Un poco más al sur, nos detenemos en Xaló. En este municipio encontramos las Bodegas Xaló. La opción más completa para conocer sus variedades de moscatel y giró es su visita guiada para mínimo 4 personas. Por 12 euros, podrás disfrutar de una cata de vinos y maridaje con embutidos que hará que lo recuerdes prácticamente toda la vida.
En el mismo Xaló encontramos otra cuna del vino, las Bodegas Riko. Estas bodegas tienen una experiencia que te permitirá vivir en primera persona la vida del enólogo. Esta excursión empieza en uno de sus viñedos, el origen de todo. La visita sigue en su bodega, donde podrás recorrer sus instalaciones y aprender todo sobre el sector vitivinícola y sus profesionales. Como colofón, la degustación de los vinos y mistelas más emblemáticos de Bodegas Riko maridados con embutidos y productos de la zona. Esta visita incluye también descubrir su edificio centenario.
Descendemos un poco más por el mapa y nos topamos, en Pla de Llíber, con las bodegas y el vino artesanal de Pepe Mendoza. Con 12 hectáreas de viñedo de Giró y Moscatel Romano, es una de las bodegas en la Marina Alta más reconocidas. Bajo reserva previa y por 25 euros, ofrece una visita en grupo para conocer todo sobre su historia, viñedos y el secreto de sus vinos. Secreto que podrás descubrir posteriormente en la cata premium de 6 vinos maridados con quesos y embutidos tradicionales.
Por último, no podíamos dejar de hablar de Bodega Teulada. Productores de moscatel dulce, vermú de moscatel, moscatel de aguja, cava de moscatel y vino blanco seco de moscatel, cuenta con 103 socios. Y es que su sabor, como ellos dicen, es único: vinos con la esencia de cinco vientos marinos.
¿A ti también se te ha abierto el apetito? El recorrido en este blog tiene fin, pero en la provincia de Alicante en general, y la Costa Blanca en particular, la ruta del vino sigue. ¡Descúbrela!
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