Que la Costa Blanca está llena de playas y calas de aguas cristalinas y banderas azules es sabido por todos y que a poca distancia de esas playas se encuentran los pueblos con más encanto del Mediterráneo, también. Y ya no solo lo decimos nosotros, recientemente la revista National Geographic ha publicado su lista de los 100 pueblos más bonitos de España, los cuales suponen una visita obligada para este 2023 y dos de ellos se encuentran muy cerca de Residential Resort Cumbre del Sol.
Altea: La Perla de la Costa Blanca
“Bajo los primeros rayos de sol, Altea se levanta con el graznar de las gaviotas, acompañadas fielmente por unos barcos que duermen en el puerto y otros que, desvelados en la lejanía, recuerdan que este pueblo alicantino una vez fue de pescadores y de labradores”; así comienza la descripción de Altea en el artículo. No es ninguna sorpresa que “la cúpula del Mediterráneo” se cuele en esta lista, pero, no por ello, deja de ser motivo de orgullo. Razones para estar no le faltan: sus estrechas calles con casas encaladas junto a la cúpula azul de su iglesia crean un paisaje puramente mediterráneo que te invita a recorrer todos y cada uno de sus rincones. Desde la parte más alta y antigua del pueblo pueden contemplarse unas vistas únicas a las dos caras de la Costa Blanca Norte como ver las sierras de Aitana, de Bernia y el Puigcampana a un lado, y Punta Albir, el Morro de Toix y el Peñón de Ifach envolviendo la bahía por el otro.
Además, visitar la Iglesia Monasterio de las Carmelitas Descalzas, La Torre de la Galera, declarada bien de Interés Cultural, La Torre Bellaguarda, el Palau de Altea y recorrer el paseo marítimo, te brindarán imágenes y postales que quedarán para siempre en tu memoria.
En la entrada sobre Altea también se habla sobre el conocido barrio de El Fornet «con sus callejuelas empedradas y sus casas blancas engalanadas con la algarabía cromática de geranios, jazmines y buganvillas».
Guadalest, un imprescindible en la montaña
Simplemente por su historia ya debería estar de forma casi obligada en listas de este tipo: Guadalest fue moldeado por la mano del hombre y por la fuerza de la naturaleza después de los terremotos de 1644 y 1748, cuando el defensivo castillo de San José quedó prácticamente destruido. Hoy, pervive orgulloso cerca del cielo con varios pedazos de muralla y la inconfundible torre del homenaje.
Caminar por su pequeño centro histórico, al que se accede tras atravesar la única puerta de la muralla, supone un viaje a otra época. La plaza del ayuntamiento con la estatua de San Gregorio y la cárcel medieval es el punto de encuentro de todos los que visitan esta localidad. Mención especial merece la Casa de los Orduña, desde donde se accede a lo alto del castillo. Corona el pueblo el famoso castillo de la Alcozaiba, que recuerda el origen medieval del pueblo y desde donde se vislumbran las sierras de Xortà y Serrella, la de Aitana y la de Bernia.
En sus aledaños se encuentra el embalse, pantano, y presa de Guadalest. Uno de los lugares más bonitos del interior de la Costa Blanca y un lugar indispensable que ver si visitas el pueblo. El agua de este embalse procede del río Guadalest y pinta de azul el encuadre de este pintoresco pueblo. El embalse, además de embellecer Guadalest, cuenta con una ruta muy sencilla y agradable que rodea todo el embalse para contemplar de cerca este maravilloso paisaje natural y respirar aire fresco.
Altea y Guadalest son tan diferentes entre sí como especiales. Cada uno con su encanto y características que los hacen únicos, no es la primera vez que National Geographic habla de ellos. Ya en su listado del 2022 los incluyó entre los cinco pueblos más bonitos de la provincia de Alicante. No te olvides de seguir los próximos artículos de nuestro blog en el que te contaremos más sobre los rincones más especiales de la Costa Blanca y alrededores.
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